GOMEZ12102020

III ENCUENTRO DE REFLEXIÓN RAÚL RAMOS ZAVALA
Froylán Rendón Estrada (Gumaro o Cubanito)
Ramón Enrique Morán Angulo 

Culiacán.- Introducción. Hemos ganado la oportunidad de sacar a la luz plena de la historia del país y de Sinaloa, el fragmento que significó la lucha armada por el socialismo, que en el desarrollo de la sociedad mexicana había permanecido sin el reconocimiento de su real dimensión e importancia. Parcialmente expuesto por el gobierno, la izquierda oficial, los intelectuales orgánicos y la academia, este episodio de la lucha revolucionaria encabezado por la Liga Comunista 23 de Septiembre, ha sido, las más de las veces, satanizado y criminalizado.

En este momento, y en el contexto de la convocatoria del Proceso de Reflexión Raúl Ramos Zavala (Sinaloa), tenemos la oportunidad, entre otras cosas, en reconstruir la historia contada, pero ahora desde sus propios actores, señalando todos aquellos factores y escenarios que significaron tejer este difícil y complejo entramado de erigir la insurrección nacional contra el estado mexicano, por la instauración de un gobierno revolucionario.

En esta trama, la Escuela Ciencias del Mar fue un recinto universitario donde maestros, estudiantes y trabajadores urdieron desde 1971 una red indisoluble entre el quehacer académico y la insurgencia política, que se prolongó hasta 1980.

En el conjunto de estudiantes y maestros que dirigieron este proceso transformador, estuvo (y está) Froylán Rendón Estrada (Cubanito o Gumaro), que con su formación como ser humano, su trayectoria militante, su disciplina y su empatía, hoy sigue siendo un ejemplo que debe reconocerse.
Se presenta pues en este importante evento de reflexión política e histórica, una breve semblanza del compañero Froylán. Este trabajo forma parte del libro “Facultad de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Sinaloa. Entre la academia y la insurgencia, 1970-1980”. Obra en revisión. Es posible que en este trabajo se encuentren errores, omisiones e imprecisiones que son riesgos propios de una investigación de tipo histórico, donde la memoria viva y los recursos documentales se entretejen. Pero sin duda, serán un compromiso que debe asumirse para revisar y corregir lo pertinente.

Froylán Rendón Estrada
“No estamos jugando a reformar el capitalismo, estamos haciendo la revolución socialista.”

Estudiante de excelencia, líder guerrillero, Froylán Rendón Estrada (Gumaro o Cubanito) fue parte de la Escuela Ciencias del Mar (ECM).

Ingresó a la ECM en la generación 1972-1977; fue siempre un destacado estudiante, su rendimiento académico lo ubicó entre los mejores estudiantes. Originario del poblado de Copales, en el municipio de El Rosario, provenía de una familia de comerciantes, fue el quinto de siete hermanos. Su madre, mujer amorosa, fue ferviente católica practicante, inculcándole con su ejemplo los principios básicos del catolicismo; el bien común, la dignidad y la solidaridad, influencia que Froylán practicó en su vida cotidiana sin ser creyente.

Una parte de su educación básica la cursó en El Rosario. Posteriormente sus padres se trasladaron a Culiacán; ahí Froylán completó la educación primaria y secundaria. Cursó la preparatoria en la Prepa Central de la UAS. Intelectualmente inquieto, se convirtió en un perfecto lector, lo que lo llevó a explorar nuevos paradigmas y amplió su visión crítica de la realidad social.

En la Preparatoria Central (en Culiacán) inicia su formación y actividad política; miembro de la generación 1970-1972, vive la lucha contra Armienta Calderón y la respuesta del estado represor de Alfredo Valdez Montoya, incorporando esta experiencia de lucha que
posteriormente lo condujo a integrarse a la Liga Comunista 23 de Septiembre, de la cual fue un destacado dirigente.

Se inscribió en la ECM en 1972; fue miembro fundador de la primera casa del estudiante; su participación política al interior y fuera de la Universidad fue siempre de bajo perfil. Su construcción temprana como militante le permitió en su vida cotidiana combinar su responsabilidad como estudiante, en el cumplimiento de sus tareas como miembro de la casa del estudiante, con su familia, padres y hermanos, y la formación política e ideológica en el círculo de estudio al que pertenecía y la conformación e integración de nuevas brigadas ya como miembro de la LC23S.

En relación con la educación, consideraba que esta estaba encajonada en estrechos límites que imponía la escuela. Carecía de la libertad que le permitiera al estudiante conocer más, y ser más libre y feliz. Se influenció con la propuesta del modelo educativo de la Escuela de Summerhill, que fue fundada por el escocés Alexander Sutherland Neil, donde se destacaba la autogestión, la libertad y el respeto como eje de la educación, donde algunos de sus principios fueron posteriormente propuestos por él al interior de la ECM: asistencia no obligatoria a las clases, no tomar lista de asistencia, amor y respeto entre estudiantes y profesores, la asamblea general como instancia máxima de gestión, entre otros.

De aquí surge la consignan que decía: “Ocho general o muerte”, que se planteó a finales en 1973 y que tanto asustó al maestro Marco Antonio Escalante al llegar a la ECM, en el verano de 1974.

Cuando estos principios de la escuela libre se plantearon en la ECM, fueron tomados como una aberración; y sí, era un rompimiento con el orden establecido en el modelo imperante de la educación universitaria. Finalmente, estas propuestas se impusieron por la base estudiantil, sobre todo el ¡No a la toma de lista y la asamblea general! (como el máximo órgano de gestión y decisión en la escuela). Lo que no procedió fue el No poner exámenes y calificaciones, aunque algunos maestros sí lo consideraron, particularmente el maestro Héctor Araiza Quintero (el Chino Araiza); la mayoría rechazó y algunos se asustaron y otros criticaron, y denunciaron públicamente.

De sus lecturas, leyó y recomendó El Arte de Amar, del filósofo alemán Erich Fromm. El amor como respuesta era su planteamiento, consecuencia misma de su búsqueda de la libertad.

También se encontró con el psicoanalista Wilhelm Reich, con quien coincidió en su propuesta de que la libertad sexual era una condición liberadora del hombre y de su espíritu.

De Carlos Darwin decía que su Teoría de la Evolución transformó el pensamiento universal, así como la evolución trasforma a los seres vivos. En tono de broma comentaba: “Yo soy un individuo muy evolucionado, soy lampiño y las uñas de mis pies tienden a desaparecer”.

El estudio del marxismo-leninismo lo llevó a ser un hombre convencido de abrazar la lucha armada, como vía única para lograr la liberación de la clase trabajadora, e instaurar el estado socialista, considerado como una etapa superior de organización social. Su preparación teórica fortaleció su incansable actividad, tanto en la vida cotidiana como en su quehacer político.

Entre 1972 y 1974 fue dejando paulatinamente la escuela y la casa del estudiante, sin perder el contacto con ellas y sus compañeros hasta su muerte en 1976. Su actividad se centraba cada vez más en el movimiento estudiantil, el estudio del marxismo-leninismo y la militancia político militar. Cuando se planteaba alguna actividad y se distribuían tareas para la agitación y educación al interior de la Universidad y fuera de esta, sobresalía la implementación de la organización y la logística para asegurar la victoria. Así, se desarrollaron jornadas de pintas en lugares estratégicos de la ciudad y la zona rural, volanteo y entrega de propaganda al interior de las escuelas de la naciente UAS en la zona sur, que entonces se encontraban ubicadas fuera de lo que hoy es la ciudad universitaria (o se estaban formando): Enfermería, Trabajo Social, Derecho, Ciencias Sociales, entre otras. Al exterior de la Universidad, se atendía el sector obrero: Fundaciones Rice, Fundidora, empacadoras de pescados y mariscos, ferrocarrileros, obreros de la construcción y pescadores. En la ciudad, con solicitantes de tierra para la vivienda y demandas del sector popular, como la lucha por un trasporte colectivo justo. En el campo, tanto en el sector agrícola como en el pesquero, se habían logrado relaciones de apoyo y simpatía que sirvieron para otras actividades, como la seguridad y el entrenamiento militar. Su liderazgo directo o indirecto fue sobresaliente.

Cuando brigadas de estudiantes de Ciencias del Mar salían a las escuelas a cumplir tareas en relación con la problemática universitaria, o algún conflicto social en los sectores populares o huelgas obreras que requerían apoyo, había mucha reticencia en ir a la Escuela de Ciencias Sociales, porque rara vez se lograba que los compañeros se pusieran de acuerdo y se incorporaran a las propuestas de movilización y apoyo, ya que su práctica y su usanza, eran expresar sus acuerdos o desacuerdos con sendos discursos teóricos, doctrinales, donde pareciera que cada compañero que intervenía era una posición política distinta a la de todos los demás. Eran asambleas interminables, muy discursivas.

En las reflexiones con Froylán, sobre los posicionamientos políticos de compañeros o grupos que se decían de izquierda democrática o luchadores sociales que enarbolaban una lucha contra el sistema opresor, decía: “Los compañeros no son opositores al régimen, son reformadores del régimen. Nosotros no estamos jugando a reformar el capitalismo, estamos haciendo la revolución socialista”.

En relación con la participación en el sector obrero decía: “Los reformistas están mellando el filo rebelde de los obreros, construyéndoles demandas economicistas, de sometimiento sindical y asistencialista, conduciéndolos a la derrota política”.

Con la intención de abrir un frente más de lucha, Froylán se traslada a La Paz, Baja California Sur, en el verano de 1973. La finalidad era contactar y reclutar a compañeros para que formaran un comité de lucha y una base de apoyo que ampliara la logística para la organización. El viaje en barco, cuya lenta travesía penetrando la noche profunda con un impresionante cielo estrellado, significó un tiempo de reflexión y análisis; no solo sobre el movimiento revolucionario, sino sobre la vida misma y los sentidos que toma; la clandestinidad, los riesgos que implica cambiar al mundo, la importancia de la familia, la religión, la literatura, la educación, la Biología como ciencia y la Escuela Ciencias del Mar, entre otras reflexiones.

El 16 de enero de 1974 se llevó a cabo en Sinaloa y particularmente en el valle agrícola de Culiacán, “El Asalto al Cielo”, acción político militar donde Froylán pudo tener destacada participación.

En ese mismo año, en el vórtice de la represión desatada después de enero de 1974, Froylán cae preso en Mazatlán, junto a otros compañeros. El 25 de febrero, en el puerto de Mazatlán, antes de entrar en acción ,fueron detenidos entre otros: José Luis Baeza González, José Luis Osuna Zatarain, Manuel Hernández Barajas, Froylán Rendón Estrada, José Ma. Rivas Alemán, David Benjamín Medina González y Gerardo Camarena, integrantes de una brigada que armados con cartuchos de dinamita pretendían sabotear las festividades del carnaval (Rangel Hernández, 2011). Esta misma acción fue acompañada por tareas de distracción y apoyo. Otra brigada se planteó quemar la mayoría de las palapas que tenían en la playa los hoteleros; era una noche muy oscura y fresca de luna nueva, la mar en calma y el viento ausente. El tiempo estimado para el desarrollo de la acción terminaba y había que regresar al punto de encuentro; ninguna palapa logró arder. La actividad fue intrascendente, pero aleccionadora.

En la cárcel dedicaron una parte de su tiempo a enseñar a leer y escribir a reclusos que se habían identificado con ellos; particularmente Froylán y David Medina conducían esta “escuela libre” en el reclusorio, lo que les permitía estar cerca y con la gente. Mantuvieron un círculo de lectura y estudio. A la vez, los compañeros presos les proporcionaban alimentos, seguridad y protección. Su actividad también incluyó la rehabilitación de los reclusos adictos a las drogas, con resultados favorables. Estas actividades se mantuvieron en los seis meses que duraron presos y rindieron sus frutos.

Posteriormente cae preso Ramón Sánchez Breceda (Mario), al trasportar material explosivo t(ambién estudiante de la ECM), otro integrante de la brigada de Froylán Rendón.

Froylán, al salir libre por gestiones de su familia y con el apoyo de la rectoría del licenciado Arturo Campos Román, que mandató al abogado Jesús Michel Jacobo, para gestionar su libertad y la de todos. Ya en libertad Froylán, se incorpora de nueva cuenta a la militancia de la LC23S en Culiacán, donde despliega una gran labor de reclutamiento y actividades de educación política en los diferentes sectores, lo que le ganó un lugar en la dirección de la organización en Sinaloa. En 1975 ya estaba al mando del comité local de la Liga Comunista en Culiacán, y mantenía comunicación con la dirección nacional y el comité editorial del periódico Madera.

Con la detención de Ignacio del Valle Lucero (maestro de Ciencias del Mar) en la ciudad de México en 1975 (ver detención de Ignacio del Valle. Archivos de la represión. https://biblioteca.archivosdelarepresion.org/item/), en sus declaraciones a la Dirección Federal de Seguridad aparece Gumaro (Froylán Rendón) como un componente de la organización guerrillera y vinculado con los miembros de la dirección Político Militar de la LC23S.

La sólida preparación en la teoría marxista-leninista de Froylán, lo llevó a colaborar con el consejo editorial del periódico clandestino Madera, órgano de educación política de la LC23S, publicación periódica que los compañeros de la Liga mantuvieron hasta julio de 1981. El objetivo era educar para contribuir a formar el partido y el ejército revolucionario. Para él era fundamental estar siempre formándose teóricamente, había que leer y discutir lo leído.

El 4 de junio del 1976, Froylán Rendón Estrada (Gumaro o El Cubanito) y los miembros de la brigada en Culiacán: Gerardo Camarena (Ezequiel o Careta) y Manuel Hernández Barraza (El Prepo), participaron en un enfrentamiento con la policía, en el momento que estaban desarrollando pintas. El bando policiaco tuvo dos bajas.

Posteriormente, el 16 de junio muere Froylán Rendón Estrada en una emboscada perpetrada por la Dirección Federal de Seguridad. Rangel Hernández (2011) lo explica así: “El 10 de junio de 1976, en un retén policíaco instalado en la salida noroeste de la capital tapatía, a bordo de un camión de pasajeros fue detenido José Barrón Caldera ‘Pablo’, miembro de la dirección local de la Liga en Culiacán. Fue trasladado por agentes de la DFS a la ciudad de México, donde lo torturaron hasta obtener datos de la casa de seguridad donde se ocultaba la dirigencia de la Liga en Sinaloa. Con dicha información, el día 16 fue ubicado el domicilio en la calle Álamo número 1619, Colonia Margarita; y a las 19:45 horas, al intentar tomarlo el grupo de agentes de la DFS, se produjo un enfrentamiento, muriendo en el acto Enrique Guillermo Pérez Mora “El Tenebras”, Pablo Antonio Armenta Rodríguez “Memo” o “El Yaqui” y Froylán Rendón Estrada “El Cubanito”, del bando de la organización guerrillera; y por la policía, el agente Max Gerardo Toledo Sánchez.”

El consejo de redacción del periódico Madera, en el número 23 del mes de julio de 1976, como un homenaje al compañero Froylán Rendón Estrada (Gumaro) y a otros compañeros caídos, les ofrenda una dedicatoria: (https://movimientosarmados.colmex.mx/files/docs/madera/PeriodicoMadera_No23.pdf)

Froylán muere a los 21 años luchando hasta el último momento de su vida. Posterior a su muerte, su compañero de lucha de todos esos pocos años, Gerardo Camarena (Careta o Ezequiel), constituye con otros compañeros la “Brigada Froylán Rendón Estrada”, en honor al compañero caído. La brigada mantiene sus actividades de educación política hasta junio de 1979, que son apresados y “Ezequiel” asesinado.

Después de las detenciones de Esteban Sandoval Robles (Carlos o El Macho Prieto) y Marco Vinicio Galaviz Navarro (El Cami o La Liebre), miembros de la brigada “Froylán Rendón Estrada”, realizadas por agentes de la DFS el 28 de junio de 1979, en Culiacán, los archivos de esta corporación policíaca no registran acontecimientos relacionados con esta agrupación, por lo que se deduce un repliegue total (Rangel Hernández, 2011).

La personalidad y actuar de Froylán Rendón generó niveles altos de empatía con las personas con las que interactuaba, estableciendo y tejiendo lazos de amistad, admiración y respeto. Esto originó que compañeros de lucha militante, como el ingeniero Aarón Flores Estrada, ex presidente municipal de El Rosario, Sinaloa, y hoy prominente empresario inmobiliario, demostró esa admiración y respeto nombrando a uno de sus hijos con el nombre de Froylán, como un homenaje al compañero de lucha. (“Froylán era incansable, disciplinado, serio, responsable y gran observador. Los compas chilangos del buró político decían que eran al único de los compas de Sinaloa que le entendían mejor, por su hablar sereno y sin tantos regionalismos.” / Entrevista con Aarón Flores Estrada. Ex militante de la LC23S, 20 de julio de 2020.)

Lo mismo pasó con los compañeros Juan Manuel Enciso Enciso y Rosalba Higuera Castro, trabajadores universitarios que militaron junto con Froylán Rendón Estrada en la búsqueda de alcanzar la utopía de un mundo mejor para todos. A su primogénito lo nombraron Froylán, guardándole así memoria al camarada caído. Hoy Froylán Vladimir Enciso Higuera es un destacado historiador e investigador en derechos humanos y política de drogas, secretario ejecutivo del mecanismo de seguimiento y evaluación al programa de derechos humanos del gobierno mexicano.

Froylán Rendón mantuvo una relación de pareja con Lupita, una trabajadora de la empresa Productos Xibille, negocio dedicado a la fabricación y venta de productos de limpieza, de gran tradición en Mazatlán.

Froylán no se fue de la ECM, quedó ahí: en sus aulas, en la toma de la Casa del Marino, en la toma de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP), en la toma del edificio de Telecomunicaciones, en la Escuela Preparatoria Rosales Nocturna, en Enfermería, Trabajo Social, Ingeniería; en sus amigos y los compañeros de lucha. Ahí en la memoria temprana de la Escuela y en la historia del movimiento revolucionario por el Socialismo en México. Su vida y obra dejaron enseñanzas, su ejemplo, su búsqueda por un mundo mejor para los oprimidos. Paradigma que no ha cambiado y sigue vigente.

En tu memoria y a la de todos los compañeros que abordaron el barco de la utopía y le dieron rumbo, sustento y estrategia, hacia un mundo mejor, va un poema del ilustre Enrique González Rojo, querido y respetado creador literario, filósofo y militante político fundador de la Liga Leninista Espartaco.

En pie de lucha

Eduardo Guillermo, Jaime
¿Recuerdan cuando fuimos terroristas
y armábamos el delicado mecanismo
de explosivas mentadas de madre
para ponerlas en lugares claves
del sistema?
¿Recuerdan cuando, con Pepe,
con la boca cosida por el mismo propósito,
levantamos una barricada de hambre?
¿Recuerdan nuestra fiebre clandestina,
el salir a una junta
poniéndonos el traje,
la bufanda y el seudónimo?
¿Recuerdan nuestros puños
—opuestos siempre al asco—
discutiendo por las noches
hasta el advenimiento del nuevo día,
hasta que los arroces de la penumbra
eran picoteados por los gallos?
¿Han olvidado acaso las reuniones,
las órdenes del día
en que el sueño era el presidente de debates?
Se dice que tan sólo
la sangre juvenil es subversiva,
o que la adolescencia,
con su chorro de tiempo tan exiguo,
no moja aún la pólvora del furor;
pero dícese que ello es transitorio,
que ha de venir el día
en que sienten cabeza
las neuronas impulsivas;
se dice que la edad,
con su telaraña de canas,
toma preso y devora
el tábano rebelde de otro tiempo.
Se habla de ingenuidad,
de muchachos utópicos y anémicos
que formaban brigadas o círculos
o células de glóbulos blancos.
Se habla de castillos
formados con la arena de fantasmas
que a la incredulidad se desmoronan.
Se cita la escasez lamentable de mazmorras
que hay en los manicomios.
Pero Eduardo y Guillermo.
Pero Jaime.
No quiero, no,
no quiero la cordura.
En vísperas de ser por las arrugas invadido,
no quiero, mis amigos,
encontrarme con los pies muy bien puestos
en la tierra de la lógica.
Sueño, mis camaradas, que,
hasta el último instante,
mi voluntad aún halle la forma
(contra mí, mis arrugas, mi cansancio)
de levantarse en armas.


Saludos camarada Froylán Rendón Estrada, el pasaje de tu vida en este libro y ahora expuesto en este acto, solo será una parte del reconocimiento por tu contribución histórica al más grande movimiento guerrillero del México contemporáneo, al cual perteneciste de manera destacada, y que encabezó la LC23S. La lucha político militar por la que diste la vida, está reflejada en los cambios sociales que están transformando este país.
Pero, como dijera el notable biólogo e historiador, Jesús Vargas Valdés: “¡No es pasado, es presente!” Hoy te honramos, camarada. ¡Hasta la victoria siempre!
Gracias.

Bibliografía
Rangel Hernández, L. (2011). La Liga Comunista 23 de Septiembre 1973-1981. Historia de la organización y sus militantes. Tesis doctoral. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Instituto de Investigaciones Históricas Programa Institucional de Doctorado en Historia. 391 p.

* Jubilado de la Facultad de Ciencias del Mar (UAS).
** Culiacán, Sinaloa, 18 de junio de 2022.
*** La imagen que acompaña a este texto corresponde a Froylán Rendón Estrada.